Rubén Castro llegó a Cartagena el verano de 2020, a un club recién ascendido aunque con la incógnita de su rendimiento por su edad. Pronto solventó las dudas destapando una faceta goleadora nunca vista en el Cartagonova. Fue pieza clave en la salvación de la primera temporada, con sus 19 goles, una cifra que superó la pasada temporada, en la que anotó 20. El canario era el 'jugador franquicia' del club albinegro.
Tras estos dos años, el pasado verano parecía que todas las partes estaban de acuerdo con prolongar su vínculo contractual y que el jugador siguiera un año más en Cartagena. De hecho, Rubén Castro dio su palabra a los dirigentes del club antes de marcharse de vacaciones de que renovaría. Sin embargo, una oferta malaguista de unos 700.000 euros, 200.000 más de los que ganaba en Cartagena, hizo que cambiara de idea. En su contra pesa también que dejase de responder al teléfono de la directiva albinegra y unas declaraciones que hizo sobre el Efesé al llegar a Málaga, que mucha gente ha entendido como un ninguneo al club.
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